en un solo cuerpo, matando en ella las enemistades. Y vino y anunció las buenas nuevas de paz a vosotros que estabais lejos, y a los que estaban cerca”. De manera que aquí vemos que la compra la ha efectuado Jesucristo: esa paz interior y esa serenidad del alma son la compra de Cristo; y lo que Cristo, el Hijo, ha comprado, Dios el Padre se ha comprometido a darlo. El Padre también se ha comprometido a dar paz a su pueblo por medio de todos los castigos que este recibe. Por eso en Isaías 40, que
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